miércoles

1. (Des)materializándonos. Platón y las nuevas tecnologías.

Paul Sermon

Desmaterializándonos y multiplicándonos. Cosas de la modernidad. A medida que lo digital va entrando con violencia en nuestras vidas, nos hemos ido separando del plano físico, nos alejamos de lo corpóreo, de lo tangible, para alcanzar una nueva realidad prácticamente inmaterial que, de manera frenética, se expande hacia el infinito. El cuerpo es la cárcel del alma decía Platón y una vez nos hemos deshecho de esa prisión –más o menos afortunada según el caso- empezamos a frecuentar, sin solución de continuidad y sin apenas límites, un mundo transformado y aumentado por obra y gracia de las nuevas tecnologías, un espacio digital inconmensurable e interconectado por el que viajamos en una etérea extensión de nosotros mismos, desmaterializados, modificados, ampliados y, por supuesto, desbordados y alienados. El ser humano, como tantas otras veces, comparece sin término medio, sin ese punto de equilibrio donde Aristóteles, aquel discípulo que se subió a las barbas de Platón, situaba la virtud: desmesura en lo positivo pero también en todo lo negativo.

jueves

2. La construcción de la identidad digital, entre el avatar voluntario y la involuntaria realidad.

Gazira Babeli

En este mundo expandido dudamos si la identidad con la que nos manejamos se refiere realmente a nosotros ¿somos una o varias personalidades desdobladas?¿Yo soy mi perfil de Facebook, mi cuenta de Twitter o las entradas que hago en mi blog? Supongo que sí. Supongo que aquí, como en cualquier otro sitio, todo tiene parte de verdad y parte de mentira, parte de lo que realmente soy y parte de lo que me gustaría ser. Diferenciar lo cierto de lo simulado es uno de los entresijos de este juego que, sin duda, también es vida. La construcción de nuestra propia personalidad digital nunca es absolutamente voluntaria, la omnipotencia de los medios y la ociosidad adictiva con la que a veces los recorremos, van haciendo que casi todo lo que pulula por la Red se vaya uniendo a nuestra promiscua identidad: reflexiones de otros, gustos impropios que nos ayudan a aparentar lo que no somos o que se nos pegan sin saber la verdadera razón, modas, publicidades varias, virus, spam, pero también, menos mal, relaciones que nos aportan y algunas ideas interesantes, un contenedor infinito donde triunfa quien sabe seleccionar.

viernes

3. Extimidad (o de cómo hacemos pública nuestra intimidad en los nuevos canales).


Clara Boj y Diego Díaz

Alguna vez nos hemos enamorado de alguien por el perfil que da en Internet, luego lo aborrecemos al conocerlo en persona, a veces hay gente increíble que no maneja bien lo que la Red dice de ellos, en otras ocasiones ni nos encontramos ni nos reconocemos, así es la vida, y esto, sin duda, es parte de ella. Nuestra forma de relacionarnos ha cambiado, cada vez quedamos menos para tomar café y más para chatear. Hemos pasado de cuidar nuestra intimidad, compartiéndola con nuestro círculo de confianza –una fidelidad que a veces se traiciona- a publicarla sin pudor en Internet, colmando las expectativas del voyeur y pensando que otros exhibicionistas como nosotros colmarán las nuestras. No somos los mismos que hace unos años y, obviamente, no seremos los mismos cuando pase algo más de tiempo. La tesis de esta interesante exposición colectiva gira alrededor del curioso concepto de extimidad, de esa parte de nuestra intimidad que mostramos, deliberadamente o no, en el escaparate de los nuevos medios, una nueva forma de relacionarnos, de exponernos, de vivir, pero también uno de los presentes por los que se desenvuelve el arte contemporáneo, unas nuevas formas que, ahora por fin, llegan a Mallorca.